El Gobierno desiste de privatizar Fabricaciones Militares y apuntan a nuevos “convenios asociativos” con empresas


Fabricaciones Militares era una de las empresas del Estado que el Gobierno pretendía privatizar, pero con el paso del tiempo la idea perdió fuerza y ahora se estudia abrir la puerta a capitales privados a través de “convenios asociativos”. Este año hubo interés de jugadores “grandes” de la industria armamentística pero también de algunos “armeros” que tendrían vinculación con referentes libertarios.

Se trata de una de las denominadas empresas para la Defensa que tiene plantas en la santafesina Fray Luis Beltrán, en la sanjuanina Jáchal, en la cordobesa Río Tercero-tristemente célebre por la explosión de 1995- y en la bonaerense Azul. Hace poco más de un mes renunció su presidente Juan Manuel Vaquer -vinculado al ministro Luis Petri (Defensa)- y hoy quedaron como autoridades el vice, Sergio Echeverría, y el director, Esteban Páez. En el Ejecutivo aseguran que en la directiva tiene influencia Santiago Caputo, quien previamente a través de Diego Chaher -de la Agencia de Transformación de Empresas Públicas- exploró la posibilidad de concesionarla.

Ahora en el oficialismo apuestan a “recuperar” una firma que viene frenada por la falta de inversión pública y deslizan que darían aire a los convenios asociativos con privados. Una calificada fuente del Ejecutivo contó a este diario que pican en punta jugadores importantes como la checa CSG y “jugadores globales” como Colt y Beretta. Pero aún no hay nada cerrado.

También llamó la atención este año el supuesto interés de la armería Mosky Guns, de Guido Moscardini Cecini y Nicolás Javier Silveray Pérez, que según una calificada fuente libertaria y dos de la misma Fabricaciones Militares consultadas, tuvieron reuniones con autoridades de la firma con la intención de evaluar una eventual inversión. Pero las mismas no prosperaron.

Sin embargo, Moscardini Cecini negó ante la consulta de Clarín cualquier relación con el Gobierno. Silveray, en tanto, fue sindicado por la fuente libertaria consultada como uno de los asistentes al recital del Movistar Arena en el que Javier Milei dio un show durante la presentación de su último libro.

Según datos públicos, Silveray había creado el 24 de octubre de 2024 una sociedad llamada 3DOTS SA, que tiene por objeto “la compra y venta al por menor y al por mayor de materiales de usos especiales, así como la compra y venta al por menor y al por mayor, importación, exportación, comercialización, consignación y reparación de productos de armería”.

Como sea, el instructor de tiro Sebastián Flores, que ha capacitado a Santiago Caputo y al Gordo Dan en esa actividad, conoce a los integrantes de esa armería. Flores -ante la consulta- de este diario dijo desconocer si había vínculo entre sus alumnos y los propietarios de la citada armería.

En verdad, son varios los funcionarios de la actual administración que gustan de practicar tiro. El propio Caputo fue grabado practicando en un polígono y hace unos días, a través de su cuenta de X, publicó que “el oficio de las armas es el más noble de todos los oficios; de él depende la conservación de los demás”, al elogiar un ejercicio conjunto de buzos tácticos de la Armada con los famosos SEALS norteamericanos.

“A mi no me gustan las armas”, supo decir el propio Milei en 2023, según una fuente de LLA consultada, cuando en un momento de la campaña Victoria Villarruel se volcó en una charla a a discurrir sobre el tema.

Hace un mes el Gobierno estableció los requisitos para la compra de civiles para la compra y tenencia de armas semiautomáticas alimentadas con cargadores de quita y símil fusiles, carabinas o subametralladoras de asalto derivadas de armas de uso militar de calibre superior al 22 LR. Lo hizo por intermedio de la Resolución 37/2025 del Registro Nacional de Armas (RENAR), publicada en el Boletín Oficial con la firma de Juan Pablo Allan.

En el organismo, que antes de llamaba ANMAC, reconocen que durante esta gestión creció el número de legítimos usuarios para manipular armas, pero el caso de los rifles automáticos está dirigido a una “elite” con muchas mayores exigencias. Sí se han instrumentado facilidades para los interesados en comprar equipos, como la credencial digital de legítimo usuario y también el trámite de “tenencia exprés”, lo que ha aumentado la demanda en las armerías.

Fuente: www.clarin.com

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